Los más alertas son incluso capaces de comprender y memorizar más de 200 palabras y de distinguir objetos simplemente mencionando su nombre, como los ahora famosos perros Rico y Chaser.
¿Pero es su cerebro capaz de diferenciar entre idiomas? Parecería que sí, si hemos de creer en los resultados del trabajo de un equipo de etólogos de la Universidad Eötvös Lorànd de Budapest en Hungría.
Un traslado de México a Hungría
Los grandes descubrimientos son a veces el resultado de las casualidades de la vida. Si los etólogos se han interesado por la capacidad del cerebro canino para distinguir entre diferentes lenguajes humanos es gracias a la historia de Kun-Kun.
Kun-Kun es un border collie que siguió a su ama, una etología de México, para mudarse a Hungría. Se preguntó cómo reaccionaría su perro al escuchar a la gente hablar un idioma completamente diferente al que siempre había conocido.
¿Iba a marcar la diferencia como lo hacen los bebés humanos? ¿Qué iba a pasar en su cerebro?
Diferentes patrones de actividad en la corteza cerebral
Para responder a estas preguntas, el equipo de etólogos húngaros entrenó perros para permanecer inmóviles en un escáner mientras se les mostraban extractos de El Principito en español y húngaro. Los perros seleccionados para el estudio nunca habían oído ninguno de estos idiomas.
Al observar las imágenes obtenidas durante el experimento, los investigadores encontraron patrones de actividad específicos de la lengua en la corteza auditiva secundaria de los perros.Estos modelos serían la prueba de que nuestros fieles caninos saben distinguir bien su "lengua materna" , la que siempre han conocido en boca de sus dueños, de una lengua extranjera.
Esta facultad hasta ahora solo había sido demostrada en otro animal conocido por su gran inteligencia, el elefante.
Perros capaces de distinguir galimatías del lenguaje real
Más sorprendente aún, el estudio también mostró que los perros también pueden diferenciar entre palabras incoherentes y un texto que tiene sentido.
Para esto, los investigadores también lanzaron una versión codificada y sin sentido del texto de Saint-Exupéry para estudiar su impacto en las imágenes del cerebro de los perros. Por lo tanto, los perros tendrían la capacidad de detectar si una oración es "natural" o no y serían bastante capaces de distinguir el galimatías del lenguaje significativo.