Tratamiento de la herida de un perro

Ante una herida en tu perro, es importante saber darle los primeros auxilios y valorar la necesidad de acudir al veterinario.

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¿Qué tipo de heridas puedes tratar tú mismo?

Una herida es una lesión en la piel que interrumpe la continuidad de la piel y ofrece una puerta de entrada para los gérmenes presentes en el ambiente externo dentro del cuerpo del perro. Sea cual sea la gravedad de la herida, es necesario tratarla con el máximo cuidado para evitar el desarrollo de una infección.

Sin embargo, existen heridas leves que el dueño de un animal puede atender solo y heridas más graves que necesariamente requieren el cuidado de un veterinario.

Las heridas que se pueden tratar en casa son heridas sin factor de gravedad. Se reconocen por el hecho de que son AMBOS:

  • superficiales (solo se refieren a la superficie de la piel),
  • pequeña medida,
  • sin ensuciar por la presencia de cuerpos extraños como pequeños trozos de vidrio, grava, tierra, restos vegetales, arena, etc. o fácil de limpiar,
  • no hemorrágico (no sangra o sangra muy poco),
  • ET reciente (ocurrida en las últimas 4 horas).

¿Cuándo llamar a un veterinario?

Por el contrario, es imperativo llamar a un veterinario muy rápidamente para tratar la herida de un animal si es:

  • profunda, es decir cuando se trata de todo el espesor de la piel o incluso de tejidos u órganos más profundos como tendones, músculos, huesos u órganos internos,
  • O extendido,
  • O ubicado en la nariz, los ojos, las orejas, las puntas de las piernas, el codo o la rodilla, el cuello, el tórax, el abdomen, los genitales o el ano del perro,
  • O está sucio con materia extraña y el dueño de la mascota no puede limpiarlo adecuadamente,
  • O hemorrágico (sangrado profusamente),
  • O causado por la mordedura de otro animal,
  • O viejo (ocurrió hace más de 4 horas).

¿Cómo tratar la herida de un perro?

En caso de una herida menor, es posible tratar la herida de su perro usted mismo siguiendo los pasos a continuación.

Prepara tu equipo

Reúna todo el equipo que necesitará para tratar la herida de su mascota, a saber:

  • 1 botella de solución salina o, en su defecto, agua del grifo o una botella de agua,
  • toallas y/o lavabo,
  • compresas estériles,
  • un desinfectante (solución acuosa de povidona yodada o clorhexidina al 0,5 %),
  • una banda protectora,
  • cinta,
  • tijeras,
  • alcohol,
  • Opcional: guantes desechables.

Prepara a tu mascota y su espacio de cuidados

Instala a tu mascota en la habitación donde estarás realizando los cuidados. Para perros pequeños, idealmente elija el baño donde pueda limpiar a fondo la herida con solución salina o agua corriente sobre un lavabo, ducha o bañera. Para perros más grandes, salga al aire libre si es posible o coloque toallas o un recipiente cerca de donde limpiará la herida para evitar inundar el piso de su habitación. Asegúrate de que la habitación esté bien iluminada y que tu mascota esté tranquila.

Lo ideal es pedirle a otra persona que te ayude a sostener la cabeza de tu mascota durante el tratamiento. Ponle bozal a tu perro si lo consideras necesario.

Lávate las manos

Lávese bien las manos con agua y jabón, luego séquelas y use guantes desechables (si los tiene). Rocíe sus tijeras con alcohol y déjelas secar con compresas esterilizadas.

Limpia la herida

Comience el tratamiento limpiando a fondo la herida de su mascota con solución salina o agua del grifo. Puedes colocar la herida de tu mascota bajo un grifo de media presión o debajo de una manguera de jardín apretando un poco la punta.

Consejo

Si no tiene agua corriente a mano, tome una botella de agua mineral y perfore el corcho con la punta de un cuchillo, cincel o sacacorchos, luego presione la botella sin quitar la tapa para limpiar a fondo la herida.

Seca la herida

Una vez limpia a fondo la herida (no deben quedar cuerpos extraños en su interior, en caso contrario acudir al veterinario), desinfectar la herida aplicando una solución acuosa de povidona yodada o clorhexidina al 0,5% (si la herida no está cerca de los ojos).

Protege la herida

Después de la desinfección de la herida, cúbrala con una nueva compresa estéril y luego manténgala en su lugar con la ayuda de una tira protectora (cortada a la longitud necesaria con sus tijeras desinfectadas) que tendrá cuidado de no apretar demasiado mucho y fijar con un trozo de yeso. Cambie el vendaje después de 24 horas, nuevamente teniendo cuidado de desinfectar bien la herida. Si ve algún signo de infección, consulte a su veterinario de inmediato. Si su mascota puede quitarse el vendaje, pídale que use un collar hasta que la herida esté completamente curada.

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