Hemofilia en perros: causas, síntomas y manejo

La hemofilia es un problema de coagulación que puede afectar a los perros y causar sangrado espontáneo. ¿Qué se puede hacer en caso de hemofilia?

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¿Qué es la hemofilia?

La hemofilia es un trastorno de la coagulación de la sangre que puede afectar a los perros. En el caso de la hemofilia, es más específicamente la hemostasia secundaria la que se altera debido a una deficiencia en un factor de coagulación.

Los perros pueden verse afectados por dos tipos de hemofilia: la hemofilia tipo A o la hemofilia tipo B.

Hemofilia tipo A en perros

La hemofilia tipo A es el tipo más común de hemofilia en perros. Es una enfermedad hereditaria que resulta de la mutación (a veces espontánea pero a menudo familiar) del gen que codifica el factor VIII.Esta mutación da lugar a un déficit cuantitativo o cualitativo de esta glicoproteína que juega un papel muy importante en la cascada de la coagulación de la sangre por lo que los perros portadores de la mutación tienen sangre que no coagula correctamente.

El gen que codifica el factor VIII se encuentra en el cromosoma sexual X y la enfermedad se transmite de forma recesiva, por lo que son principalmente los perros machos los que expresan la enfermedad. Las mujeres suelen ser portadoras asintomáticas (o muestran signos de sangrado moderado), a menos que sean homocigóticas para esta mutación, pero este caso es extremadamente raro.

Se sabe que ciertas razas están genéticamente predispuestas a esta enfermedad. Estos son el pastor alemán, el braco alemán de pelo corto, el bóxer y el collie de pelo largo.

Hemofilia tipo B en perros

La hemofilia tipo B, también llamada enfermedad de Christmas, está relacionada con una deficiencia del factor IX. Al igual que la hemofilia tipo A, es una enfermedad genética hereditaria que se transmite de forma gonosómica recesiva.

Por lo tanto, afecta con mayor frecuencia a perros machos y a ciertas razas de perros predispuestos como el Malamute, el Airedale Terrier, el Rhodesian Ridgeback, el Labrador, el Cocker Spaniel, el Bichon Frisé o incluso el Shetland Shepherd.

La hemofilia tipo B es mucho menos común que la tipo A.

¿Cómo se manifiesta la hemofilia en perros?

Los perros con hemofilia pueden verse afectados de forma más o menos grave.

En casos de daños leves, se observan tiempos de sangrado anormalmente largos en caso de trauma o cirugía. Algunos perros con hemofilia también son diagnosticados durante la cirugía cuando el cirujano observa un sangrado excesivo y anormalmente prolongado.

Los perros más gravemente afectados pueden presentar sangrado espontáneo (en ausencia de traumatismo) que puede provocar:

  • la formación de hematomas musculares o articulares (hemartrosis), acompañada de cojera,
  • hemotórax, es decir, sangrado en la cavidad torácica, que puede provocar la muerte del animal.

¿Cómo se diagnostica la hemofilia?

El diagnóstico definitivo de hemofilia A y B requiere la determinación del factor de coagulación VIII y IX en la sangre del perro.

¿Existe tratamiento para perros con hemofilia?

No hay cura para la hemofilia.

En caso de sangrado importante, es posible que el animal necesite recibir una transfusión de sangre fresca o plasma fresco. Por estas razones, puede ser interesante determinar a qué grupo sanguíneo pertenece el perro en previsión de una posible transfusión que se realizaría de emergencia.

En perros con hemofilia, será importante prevenir el sangrado:

  • evitando el riesgo de lesiones tanto como sea posible. Para ello, puede ser necesario adaptar el entorno de vida del perro y evitar actividades "de riesgo" ,
  • desparasitando regularmente al animal para evitar cualquier sangrado digestivo.

Por supuesto, los perros con hemofilia tendrán que ser excluidos de la reproducción para no correr el riesgo de transmitir la enfermedad a la descendencia. También será preferible realizar una prueba de ADN en perras asintomáticas pero relacionadas con machos enfermos. Si las hembras son portadoras de la mutación, también es mejor no criarlas.

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