Síndrome de la cola de caballo del perro

¿Qué es el síndrome de cauda equina en perros? ¿Cuáles son sus síntomas y qué tratamientos son posibles?

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Síndrome de la cola de caballo: definición y causas

En los perros, la "cola de caballo" se refiere a las raíces nerviosas presentes en la unión lumbosacra, es decir, entre las vértebras lumbares y el sacro, en la prolongación de la columna vertebral de la médula espinal.

Cuando estas raíces nerviosas se comprimen, observamos un conjunto de trastornos neurológicos agrupados bajo el término síndrome de cauda equina.

Esta compresión de la raíz nerviosa tiene su origen en:

  • estenosis lumbosacra degenerativa,
  • una malformación vertebral congénita,
  • una inestabilidad de la unión entre las vértebras lumbares y el sacro,
  • trauma,
  • discoespondilitis,
  • la presencia de un tumor,
  • una hernia discal o lumbosacra,
  • una embolia fibrocartilaginosa,
  • neuritis,
  • hiperplasia o hipertrofia de los ligamentos amarillo e intervertebral,
  • una proliferación de las facetas articulares vertebrales.

¿Cómo se manifiesta el síndrome de cauda equina en perros?

Cuando un perro sufre el síndrome de cauda equina, presenta:

  • dolor a nivel lumbosacro,
  • incontinencia urinaria o fecal,
  • una cojera en su(s) pata(s) trasera(s),
  • una debilidad en los cuartos traseros,
  • parálisis de la cola.

Por otro lado, sus extremidades anteriores no muestran ningún defecto.

¿Cómo se diagnostica el síndrome de cauda equina en un perro?

Para diagnosticar el síndrome de cauda equina, el veterinario debe utilizar electromiografía y/o pruebas de imagen como radiografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas.

¿Cuáles son las opciones de tratamiento?

El tratamiento médico simplemente reduce el dolor que siente el perro en caso de síndrome de cauda equina. Implica reposo, reducción de peso del perro y administración de antiinflamatorios.

Pero, el tratamiento de elección para esta condición es la cirugía. Consiste en descomprimir las raíces nerviosas mediante diferentes técnicas, que pueden variar según el problema que esté provocando el síndrome.

El pronóstico generalmente es bueno para perros con déficits neurológicos moderados o dolor. En cambio, es más reservado en perros con incontinencia.

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