Hiperparatiroidismo primario en perros: orígenes, síntomas, tratamiento

¿Cuáles son los síntomas asociados a la hipercalcemia que provoca la enfermedad y qué opciones de tratamiento existen para el perro?

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¿Qué es el hiperparatiroidismo primario?

El hiperparatiroidismo primario es una enfermedad endocrina caracterizada por un exceso de secreción de hormona paratiroidea (PTH), una hormona secretada por las glándulas paratiroides y que regula los niveles de calcio en la sangre.

Este exceso de PTH provoca hipercalcemia (aumento de los niveles de calcio en sangre), que es la causa de muchos síntomas.

¿Qué causa el hiperparatiroidismo primario?

La mayoría de los casos de hiperparatiroidismo primario en perros son el resultado de una hiperplasia benigna de una o más glándulas paratiroides. Las glándulas se agrandan, lo que hace que produzcan más hormona paratiroidea.

Más raramente, el hiperparatiroidismo puede ser causado por un carcinoma de paratiroides, un tumor maligno de las glándulas paratiroides.

La enfermedad puede ocurrir en cualquier raza de perro, pero se ha descrito una forma hereditaria juvenil en el pastor alemán, lo que sugiere que existen al menos algunos factores genéticos que conducen a su desarrollo. Si es necesario, la enfermedad es la causa del retraso del crecimiento.

También se sospecha una transmisión hereditaria de la enfermedad en el Siberian Husky, el Golden Retriever y el Spitz.

¿Cuáles son los síntomas del hiperparatiroidismo primario en perros?

Los síntomas del hiperparatiroidismo primario en perros son consecuencia del aumento de los niveles de calcio en sangre.

Los signos de la enfermedad suelen ser inespecíficos y tienden a empeorar con el tiempo. Pueden agrupar:

  • poliuro-polidipsia (el perro bebe y orina más), secundaria a nefropatía hipercalcémica. Este es el signo clínico más común.
  • trastornos digestivos como anorexia, estreñimiento o vómitos,
  • trastornos neuromusculares como debilidad muscular o somnolencia,
  • trastornos óseos que resultan en cojera intermitente, dolor óseo o fracturas frecuentes. Están relacionados con niveles elevados de hormona paratiroidea circulante, lo que conduce a una liberación constante de calcio de los huesos,
  • signos de insuficiencia renal aguda,
  • etc.

A veces, sin embargo, los perros con hiperparatiroidismo primario no muestran síntomas y el veterinario detecta incidentalmente la enfermedad en análisis de sangre como parte de un problema completamente diferente.

En casos raros en los que un tumor maligno es la causa de la enfermedad, a veces se puede sentir una masa al palpar cuidadosamente el cuello del animal.

Excepto por las formas juveniles de la enfermedad, el hiperparatiroidismo generalmente ocurre en perros mayores. El 96% de los perros afectados por esta condición tienen más de 7 años.

¿Cómo se diagnostica el hiperparatiroidismo primario en perros?

Si su veterinario sospecha hipertiroidismo primario en su perro, confirmará su diagnóstico con análisis de sangre que incluirán dosis de hormona paratiroidea y calcio en la sangre de su perro. Si su perro tiene niveles anormalmente altos de hormona paratiroidea y calcio en la sangre, esto confirmará el diagnóstico de hiperparatiroidismo juvenil.

Exámenes adicionales pueden ser útiles, como una ecografía del cuello para detectar un posible tumor de las glándulas paratiroides, así como análisis de orina para evaluar la función renal del animal.

¿Qué tratamiento existe para el hiperparatiroidismo primario en perros?

La extirpación quirúrgica de la glándula o glándulas afectadas es el tratamiento de elección del hiperparatiroidismo primario: se denomina paratiroidectomía. La operación puede ser complicada para el cirujano, ya que las glándulas son muy pequeñas y debe conservar suficiente tejido paratiroideo normal para evitar el riesgo de hipocalcemia postoperatoria, una complicación muy grave del procedimiento que podría afectar al perro de por vida. Pero, cuando la operación es exitosa, el pronóstico generalmente es excelente para un perro que no sufre insuficiencia renal.

Existen otros tratamientos curativos como la necrosis con etanol o el electrocauterio.

La primera técnica consiste en inyectar etanol puro en la glándula paratiroides usando una aguja en un animal anestesiado para destruir el tejido.

En cuanto a la segunda, consiste en destruir el tejido glandular mediante la inserción de una aguja conectada a un bisturí eléctrico. También se practica sobre un animal anestesiado. Pueden ser necesarios varios procedimientos para lograr niveles normales de hormona paratiroidea.

También existen tratamientos médicos no curativos que tienen como objetivo reducir los niveles de calcio circulante. Parcialmente efectivos, generalmente solo se usan para reducir el calcio sérico del perro antes de la cirugía para reducir el riesgo de complicaciones postoperatorias.

En caso de insuficiencia renal asociada, también se instaura tratamiento médico.

¿Cuáles son las consecuencias postoperatorias?

La complicación más común del tratamiento quirúrgico del hiperparatiroidismo es una caída temporal de los niveles de calcio en la sangre. La hormona paratiroidea y los niveles de calcio tardan de unos días a algunas semanas en volver a la normalidad y los perros operados suelen ser hospitalizados durante 4-7 días después de la operación para su control.

En perros cuyos niveles de calcio bajen demasiado, es posible que se necesiten suplementos de calcio durante un período de tiempo para apoyar los niveles de calcio del cuerpo.

En cualquier caso, es necesario un control regular de los niveles de calcio en sangre después de la operación.

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