Mi perro tiene una garra rota

Uña rota o desgarrada: un accidente frecuente en los perros

La fractura de la garra, llamada onisis traumática en la jerga veterinaria, es un accidente relativamente frecuente en los perros.

La mayoría de las veces, el accidente ocurre cuando las garras del perro son demasiado largas, ya sea porque su crecimiento es demasiado rápido o porque su desgaste es demasiado débil. Luego, el perro se rompe una garra durante una sesión de juego o un paseo. La garra más frecuentemente afectada es el cornezuelo, esta garra presente en el quinto dedo del perro (el equivalente al pulgar) y que no se apoya en el suelo. En general, por lo tanto, es suficiente cortar regularmente las garras de su perro para evitar que se rompan.

Sucede, sin embargo, que una garra rota es la señal de advertencia de una enfermedad de las garras que debilita las uñas del animal o de una enfermedad sistémica del perro. La leishmaniasis es, por ejemplo, la causante del crecimiento anormal de las garras que se alargan, deforman y agrietan o rompen con mucha más facilidad.

¿Qué debo hacer si mi perro se ha roto una uña?

Hay dos formas de reaccionar ante una garra rota en tu perro, dependiendo de qué tan grave sea.

Si la uña solo se ha roto por la punta y está rota de forma bastante limpia, entonces todo lo que tienes que hacer es desinfectar la uña de tu mascota aplicando un antiséptico que no pique y luego limpiarla para evitar que el perro se lama su pata haciéndole usar un collar durante 2 a 3 días si es necesario. El sangrado puede ser muy abundante si la parte afilada de la uña se ha visto afectada y la uña rota puede ser bastante dolorosa para el animal.Así que tenga mucho cuidado cuando se comprometa a tratar a su animal. Controle el progreso de su herida y desinfecte diariamente hasta que sane. Ante la menor duda o si no te sientes capaz de llevar a cabo sus cuidados solo, consulta a tu veterinario.

Por otro lado, si la uña de tu perro se ha roto más arriba, cerca de la base del dedo, está doblada o desgarrada en su longitud, será necesaria la intervención veterinaria. Después de que su animal haya sido sedado, el veterinario debe extirpar rápidamente la garra para evitar la aparición de una infección y permitir que vuelva a crecer normalmente. Al final de esta breve intervención, su perro saldrá con un vendaje que se quitará en 24 horas y podrá usar un collar durante unos días. Si ha retrasado la visita a su veterinario, es posible que le recete un tratamiento antibiótico a su perro.