Cálculos biliares en perros: síntomas, diagnóstico y tratamiento

¿Qué son los cálculos biliares en los perros?

Los cálculos biliares, también conocidos como colelitiasis, no son más que pequeños guijarros que se forman dentro de la vesícula biliar.

La vesícula biliar es un pequeño órgano hueco ubicado cerca del hígado y conectado al duodeno, la primera porción del intestino delgado del perro. Permite el almacenamiento de la bilis y su descarga en el duodeno durante la digestión. La bilis es una sustancia de color amarillo verdoso producida por el hígado e involucrada en la digestión de las grasas así como en la eliminación de diversas sustancias resultantes del metabolismo.

Cuando se produce un desequilibrio químico durante la producción de bilis, se forma una cristalización de sus elementos constituyentes provocando la formación de cálculos.

Aunque todos los perros pueden verse afectados, estos cálculos son más evidentes en perros de mediana edad a ancianos, con mayor frecuencia en hembras y pertenecientes a razas pequeñas. También parecería que la preexistencia de una enfermedad inflamatoria de las vías biliares, de origen parasitario o bacteriano, también favorece la aparición de cálculos.

¿Cuáles son los síntomas de los cálculos biliares en un perro?

La mayoría de las veces, la presencia de cálculos biliares en un perro pasa completamente desapercibida porque la mayoría de los animales con ellos son asintomáticos.

Pero a veces estos cálculos provocan inflamación de la vesícula biliar llamada colecistitis, obstrucción o incluso ruptura de las vías biliares provocando peritonitis biliar o incluso inflamación de las vías biliares y del hígado llamada colangiohepatitis.

Estas complicaciones asociadas a la presencia de colelitiasis pueden acompañarse entonces:

  • de anorexia,
  • vómitos,
  • dolor abdominal,
  • fiebre,
  • ictericia, es decir, una coloración amarilla de las mucosas del animal (ictericia).

¿Cómo se diagnostican los cálculos biliares en perros?

Se puede confirmar la presencia de cálculos biliares en perros:

  • utilizando una radiografía abdominal si estos cálculos son radiodensos (que no es el caso de todos los cálculos biliares en perros),
  • mediante una ecografía abdominal que permite además de visualizar el aspecto de las vías biliares y del hígado para detectar la posible presencia de alguna complicación asociada.

El veterinario también puede utilizar pruebas adicionales como un análisis de sangre, en busca de marcadores de daño en el tracto biliar y/o hepático.

Si se sospecha una colecistitis bacteriana, el veterinario también puede realizar una colecistocentesis para realizar un análisis bacteriológico de la bilis.

¿Cuál es el tratamiento para los cálculos biliares en perros?

Si los cálculos biliares del perro se descubren incidentalmente durante una ecografía o una radiografía abdominal y el perro no tiene síntomas, no se realiza ningún tratamiento.

Por otro lado, si el animal presenta signos clínicos relacionados con su presencia, el veterinario podrá considerar:

  • una colecistectomía, en otras palabras, la extirpación quirúrgica de la vesícula biliar del perro. Es el tratamiento de elección para los cálculos biliares.
  • o una colecistotomía, una abertura de la vesícula biliar para extraer cálculos. Sin embargo, este tratamiento tiene más riesgo de recurrencia.