¿Mi perro puede comer caqui?

El caqui, una fruta para consumir con moderación

Fruto del caqui, el caqui es una fruta originaria de Asia que se puede encontrar en nuestros puestos en invierno. Su pulpa, a veces fundente, a veces crujiente, tiene un sabor suave y dulce que puede gustar a los perros.

El caqui también contiene muchos nutrientes valiosos que incluyen:

  • fibras, que contribuyen al confort digestivo,
  • potasio,
  • cantidad de vitaminas A, C y B9,
  • polifenoles con efecto antioxidante.

Pero el caqui también es una fruta:

  • bastante alto en azúcares. Aporta una media de 14g por cada 100g de fruta, principalmente en forma de glucosa y fructosa,
  • astringente cuando no está completamente maduro para la variedad de pulpa firme o cuando se elige un caqui de pulpa astringente. Esta astringencia está ligada a los taninos contenidos en la fruta. Se reconoce por la sensación de sequedad que provoca en la boca al morder la fruta. En casos raros, los taninos del astringente caqui pueden polimerizarse al contacto con los ácidos del estómago y formar grumos muy duros llamados fitobezoares. Sin embargo, la formación de estos racimos solo se produce en caso de consumos muy elevados de caquis o cuando existen trastornos digestivos.

Por estas últimas razones, se debe limitar la distribución del caqui en los perros, especialmente si estos últimos ya padecen trastornos digestivos que tienden a ralentizar el vaciado del estómago.

¿Cómo darle caqui a tu perro?

Aunque el caqui es una fruta cuyo consumo en perros debe limitarse, no está incluido en la lista de frutas tóxicas para él.

Sin embargo, es preferible darle al perro la fruta muy madura, desprovista de piel y pepitas, que pueden causar obstrucción digestiva en caso de ser ingeridas por el animal.

Antes de dárselo a tu mascota, asegúrate de que el caqui no sea astringente probándolo.

¿Cuánto caqui darle a tu perro?

Como el caqui es una fruta bastante rica en azúcares simples, debe distribuirse con moderación a su mascota, considerándolo como una golosina de la que no se debe abusar. Esto es tanto más cierto cuanto que el alto contenido de fibra de los caquis también podría causar algunos trastornos digestivos (diarrea, en particular) en perros que no están acostumbrados.

Introduce el caqui de forma gradual y en pequeñas cantidades en la dieta de tu perro si nunca lo ha comido para probar la tolerancia digestiva de tu perro a esta fruta. En cualquier caso, limítate a 10 g de caqui por kg de peso corporal al día y evita dárselo a tu mascota todos los días.