Dos pigmentos en la base del color del pelaje de todos los perros
A pesar de la gran variedad de colores de pelaje que se encuentran en los perros, solo hay dos pigmentos básicos que determinan el color del perro: la eumelanina y la feomelanina.
Estas dos formas de melanina son sintetizadas por los melanocitos, células pigmentarias que se encuentran en la piel del perro y en la base del pelo.
La eumelanina es un pigmento oscuro, responsable del color negro o marrón y la feomelanina es un pigmento claro, responsable del color rojo a amarillo. Mientras que la eumelanina también afecta el color de los ojos y la nariz, la feomelanina se produce solo en el pelaje y solo afecta el color del cabello.
¡Atención!
El pelo de perro blanco ocurre cuando las células no producen ninguno de los 2 pigmentos.
El color del pelaje es modulado por los genes
Si la eumelanina y la feomelanina determinan el color básico de un perro, este puede ser modulado por la expresión de varios genes.
El ADN del perro porta genes que afectan la cantidad, intensidad y distribución de los dos tipos de pigmentos.
De los miles de genes de un perro, solo 8 genes están asociados con el color del pelaje. Ellos son:
- locus A (agouti), implicado en la producción de ambos tipos de melanina,
- del locus E (extensión), responsable de la producción de eumelanina,
- el locus K, que gobierna la distribución de los dos tipos de melanina en el pelaje,
- locus B que gobierna la diferencia entre la eumelanina negra y marrón,
- del locus D (dilución), responsable de diluir (o aclarar) el color base del perro,
- del locus S (manchado), que rige el manchado, es decir, la presencia de manchas blancas en el pelaje del perro,
- del locus M (merle), responsable de la presencia de jaspeado que se encuentra en los abrigos mirlo o arlequín
- del lugar geométrico H (arlequín) que gobierna la modificación del patrón mirlo a un patrón arlequín.
Cada uno de estos loci funciona solo o junto con otro locus para controlar la producción y distribución de eumelanina y feomelanina.
Pero un perro de un determinado color puede llevar colores "ocultos" en su acervo genético, que no se expresan en él, pero pueden aparecer en su descendencia.