Pénfigo en perros: causas, síntomas, tratamiento

¿Cómo se manifiesta el pénfigo en perros? ¿Cuáles son los factores de riesgo para la aparición de la enfermedad y las opciones de tratamiento?

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¿Qué son los pénfigos?

Pénfigo son un grupo de enfermedades autoinmunes de la piel en las que el sistema del perro ataca las uniones entre sus propias células. Clínicamente se manifiestan por la formación de pústulas, vesículas y burbujas transitorias en la piel del animal.

Existen diferentes formas de pénfigo de diversa gravedad, que se distinguen por la profundidad de la afectación epidérmica y por el hecho de que son localizados o más extensos.

Distinguimos de la siguiente manera:

  • pénfigo superficial que incluye pénfigo eritematoso y foliáceo,
  • el llamado pénfigo profundo "maligno" que incluye pénfigo vegetante, pénfigo vulgar y pénfigo paraneoplásico.

¿Qué causa el pénfigo en los perros?

La causa del pénfigo sigue siendo desconocida hasta el día de hoy, aunque se han propuesto varias hipótesis entre las que se encuentran:

  • causas genéticas (predisposición de ciertas razas caninas y sospecha de transmisión hereditaria),
  • un desencadenamiento de la enfermedad por una infección viral y en particular por el virus del herpes,
  • la intervención de una reacción de hipersensibilidad a los medicamentos,
  • exposición a los rayos ultravioleta (UV),
  • la presencia concomitante de un tumor maligno.

¿Cuáles son los síntomas del pénfigo en perros?

Existen varios tipos de pénfigo que suelen variar en su apariencia clínica.

Los tres tipos más comunes de pénfigo son el pénfigo foliáceo, el pénfigo vulgar y el pénfigo eritematoso.

Pénfigo foliáceo

El pénfigo foliáceo es la forma más común de pénfigo en perros y gatos, aunque todavía es bastante raro.

El pénfigo foliáceo se observa con mayor frecuencia en perros de mediana edad, alrededor de los 4 años de edad. Las razas con mayor riesgo son akita inu, chow-chow, dachshund, collie, dóberman, pastor alemán, terranova, cocker spaniel, shar pei, boyero de los Pirineos, collie barbudo, springer spaniel inglés, lebrel afgano, pinscher miniatura, spitz finlandés, Pointer inglés y Schipperke.

El pénfigo foliáceo se manifiesta por la aparición de lesiones primarias en forma de pústulas, vesículas y burbujas que evolucionan a erosiones, costras y caída del cabello.Las lesiones comienzan a aparecer con mayor frecuencia a nivel de la nariz, alrededor de los ojos y en los pabellones de las orejas y luego se extienden a todo el cuerpo.

Pénfigo eritematoso

Esta forma de pénfigo es similar en apariencia al pénfigo foliáceo, aunque los casos suelen ser más leves. Las razas predispuestas son el pastor alemán, el collie y el pastor de Shetland.

Pénfigo vulgar

Esta forma de pénfigo ataca las capas más profundas de la epidermis, lo que lo convierte en el tipo de pénfigo más grave. El pénfigo vulgar hace que se formen ampollas llenas de líquido, llamadas vesículas, en las uniones entre la piel y las membranas mucosas y en la piel. La cavidad bucal también suele verse afectada. Estas ampollas a menudo se rompen y dejan lesiones ulcerativas dolorosas que pueden complicarse con una infección.El pronóstico de esta forma de pénfigo, afortunadamente muy rara en perros, sigue siendo muy reservado.

¿Cómo se diagnostica el pénfigo?

El diagnóstico definitivo de pénfigo requiere una biopsia de piel. Su veterinario tomará una pequeña muestra de tejido de una lesión en la piel.

Una vez que se toma la muestra de piel, se envía a un patólogo para el análisis histológico.

¿Cómo se trata el pénfigo?

Como el pénfigo es una enfermedad autoinmune, el tratamiento requiere el uso de moléculas inmunosupresoras. Por lo tanto, su animal será tratado con corticosteroides, aplicados localmente para casos leves, u otros medicamentos inmunosupresores, como la azatioprina.

Los perros afectados generalmente necesitarán someterse a un tratamiento a largo plazo, a veces de por vida, para limitar los síntomas de la enfermedad. Además, se requerirán controles frecuentes por parte de un veterinario para controlar la respuesta al tratamiento y también para asegurarse de que el perro no desarrolle ningún efecto secundario de los medicamentos.

Dado que el sol puede agravar las lesiones, también será necesario evitar exponer a los perros afectados a la radiación UV.

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