Linfangiectasia intestinal en perros: causas, síntomas, tratamiento

¿Cómo se manifiesta esta enfermedad en los perros, cuáles son las causas y cómo se pueden tratar los síntomas?

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¿Qué es la linfangiectasia intestinal?

La linfangiectasia intestinal se refiere a una dilatación de los vasos linfáticos en el tracto intestinal, lo que provoca la fuga de linfa hacia la luz intestinal y, por lo tanto, la fuga de proteínas plasmáticas hacia el tracto digestivo. Para designar esta fuga de proteínas, también hablamos de enteropatía exudativa.

¿Qué causa la linfangiectasia intestinal en perros?

Se distingue entre la linfangiectasia primaria, también llamada linfangiectasia congénita, y la linfangiectasia secundaria o adquirida.

El primero no tiene una causa formalmente identificada hasta la fecha excepto que sospechamos una predisposición racial o transmisión hereditaria (y por lo tanto un probable origen genético) en ciertas razas de perros como el bichón m altés, el rottweiler, el irlandés de pelo suave Terrier o incluso el Yorkshire Terrier.

En cuanto a la linfangiectasia adquirida, puede ser secundaria a insuficiencia cardiaca derecha, enfermedades digestivas inflamatorias o incluso diversas causas de obstrucción del tracto linfático intestinal (como la compresión por un tumor, por ejemplo).

¿Cómo se manifiesta la enfermedad en perros?

La diarrea es uno de los signos clínicos más comunes de la linfangiectasia intestinal. Suele ser intermitente y, dado que afecta al intestino delgado, su consistencia es de líquida a semisólida.

Los perros con esta afección también pueden sufrir anorexia, vómitos crónicos o intermitentes y pérdida de peso. También pueden estar muy cansados.

En caso de hipoproteinemia tras la fuga de proteínas, puede producirse ascitis (acumulación de líquido en el abdomen), edema periférico o derrame pleural.

La pérdida de linfocitos en la luz intestinal también puede conducir a una inmunosupresión que hace que los perros afectados sean más propensos a desarrollar enfermedades inflamatorias y/o neoplasias.

¿Cómo se diagnostica y trata?

Para diagnosticar con certeza la linfangiectasia, el veterinario debe utilizar biopsias intestinales que luego mostrarán una distensión de los vasos linfáticos mesentéricos e intestinales. Estas biopsias se realizan generalmente tras análisis de sangre o una ecografía abdominal, lo que lleva al veterinario a sospechar esta patología.

La identificación de la causa de la linfangiectasia intestinal también puede dar lugar a exámenes complementarios como radiografías o ecografías de tórax y/o abdomen en busca de una posible anomalía cardiaca o una masa.

El tratamiento de la linfangiectasia intestinal se basa fundamentalmente en medidas dietéticas. El perro afectado debe entonces recibir una dieta baja en grasas, hiperdigerible y rica en proteínas de alta calidad nutricional. Es posible que se complemente con vitaminas liposolubles.

Si las medidas dietéticas por sí solas no son suficientes, el veterinario puede añadir un tratamiento farmacológico, generalmente corticoides o inmunosupresores.

Este tratamiento puede conducir a la remisión en algunos perros durante varios meses o incluso años. Sin embargo, el pronóstico es más reservado en perros que no responden bien al tratamiento.

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