Persisten muchos conceptos erróneos sobre los perros. Entre estas, una es que el comportamiento de un perro depende principalmente de su raza. Sin embargo, un estudio estadounidense acaba de demostrar lo contrario, la genética solo es responsable de una fracción muy pequeña del comportamiento general de un perro.
9% del comportamiento explicado por la raza
Durante un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Massachusetts y cuyos resultados se publicaron el 28 de abril, se estudió la genética y el comportamiento de los perros en busca de vínculos entre ambos.
El estudio involucró la secuenciación genética del ADN de más de 2000 perros de varias razas y cuestionarios respondidos por más de 18 000 dueños de perros.
Los resultados del estudio son edificantes. Los investigadores descubrieron que, a diferencia de la apariencia física de un perro, que se debe en un 80 % a la genética, solo el 9 % de los rasgos de comportamiento se explican por la raza. Entre estos comportamientos relacionados con la raza y la genética, los investigadores destacaron los aullidos que son más específicos de los beagles y los sabuesos. La velocidad de comprensión y reacción a las instrucciones también está relacionada con la genética. Por lo tanto, los border collies tienden a responder mejor a las instrucciones que los perros de otras razas. Un punto que comparten con los perros mestizos con ascendencia border collie.
Estos resultados permiten a los investigadores afirmar que dos perros pertenecientes exactamente a la misma raza pueden tener comportamientos muy diferentes.Por tanto, la raza no predestina ni el comportamiento ni la personalidad del perro y, según ellos, un pastor alemán no es necesariamente fácil de adiestrar y un pitbull no está genéticamente condenado a ser violento y peligroso.
Los científicos admiten, sin embargo, que algunos comportamientos se deben a la herencia. Este es el caso, en particular, de recoger una pelota, jugar y hacer mímica de caza. Estos comportamientos se explican por el origen del perro doméstico. Éste desciende del lobo, lo que explica una atracción natural por la caza y actividades similares.
Una vieja idea recibida negada
Este estudio serio y a gran escala, por lo tanto, contradice una antigua idea recibida según la cual los perros grandes y poderosos eran necesariamente peligrosos y que ciertas razas de perros como los pastores alemanes o los labradores eran sistemáticamente receptivos al entrenamiento. El estudio corrige ciertas creencias entre los dueños de perros y cuestiona ciertos comportamientos.Entre estas, la costumbre que tienen algunas familias de adoptar un perro de la misma raza que el anterior perro fallecido o desaparecido, con la esperanza de tener un perro idéntico en comportamiento y personalidad. La decepción en este tipo de situaciones suele estar ahí, porque la raza y la genética están lejos de ser los únicos factores que determinan el comportamiento de un perro.