Similitudes con la enfermedad de Alzheimer
En 2014, 1,2 millones de franceses se vieron afectados por la enfermedad de Alzheimer. Pero los humanos podrían no ser las únicas víctimas de la disfunción cognitiva. Este fenómeno también afectaría a los perros, a partir de los 10 años.
Los signos clínicos son similares entre humanos y perros: dificultades para encontrar su camino en el espacio, déficit de aprendizaje y memoria, interacciones sociales perturbadas y sueño alterado. En los perros, la disfunción cognitiva canina (CDD) también se manifiesta como una conciencia reducida.Esto está relacionado con el envejecimiento del cerebro causado por cambios químicos y físicos.
Un estudio bien realizado
Investigadores de la Universidad de Washington utilizaron 15.019 perros para realizar su estudio entre diciembre de 2019 y 2020. Los dueños tuvieron que responder dos cuestionarios. El primero permitió definir la capacidad del animal para reconocer a personas familiares. El segundo estaba más orientado hacia el estilo de vida y el historial médico del perro.
Por lo tanto, los investigadores tuvieron en cuenta los problemas de salud del animal, su raza, su nivel de actividad, si estaba esterilizado o no y, por supuesto, su edad. Y la conclusión es inapelable. Las probabilidades de disfunción cognitiva canina aumentaron en un 52 % por año adicional de vida del perro. La correlación entre la edad de un perro y la probabilidad de que desarrolle CDD está bien establecida.
Estudios anteriores han demostrado que el 28 % de los perros de 11 a 12 años tienen signos de deterioro cognitivo. Esta cifra aumenta al 68% para perros de entre 15 y 16 años.
¿Cuáles son los signos de demencia en los perros?
Varios signos permiten identificar un DDC en un perro: ansiedad o agitación, olvido de las personas de la casa, disminución de las ganas de jugar, olvido de los recorridos familiares, lentitud para asimilar nuevas tareas, trastornos del sueño Al igual que con la enfermedad de Alzheimer, los signos no son repentinos. Aparecen gradualmente y empeoran con el tiempo.
Los perros con problemas de salud neurológicos, oculares o auditivos tienen más riesgo de desarrollar CDD que otros animales. Los veterinarios deben tener en cuenta todo esto para asegurar un mejor manejo del perro con CDD.
¿Cómo limitar el riesgo de demencia?
Para limitar el riesgo de CDD, los investigadores aconsejan a los propietarios que mantengan a sus perros activos. Esto se debe a que los perros inactivos tienen un riesgo mucho mayor de desarrollar demencia que los perros que realizan actividad física.