Valeriana, una planta con propiedades sedantes
La valeriana (Valeriana officinalis L.) es una gran hierba perenne muy común en Europa y el norte de Asia que crece en los prados húmedos de media montaña. Tiene tallo hueco, hojas en roseta y flores blancas o rosadas agrupadas en cimas terminales.
Más que por su aspecto, se reconoce sobre todo por su olor, que recuerda al de la orina de gato debido al ácido isovalérico que se libera durante la degradación de algunos de estos principios activos. Como este aroma atrae a los félidos, la valeriana también se conoce comúnmente como “hierba gatera”.
La valeriana se ha utilizado durante cientos de años como planta medicinal porque se creía que tenía propiedades antiinfecciosas. Hoy en día, se sabe que tiene propiedades sedantes o incluso ligeramente ansiolíticas en la medicina herbal.
Los principios activos de interés de la valeriana se encuentran en sus partes radiculares que consisten en el rizoma de la planta, sus raíces adventicias y sus estolones.
¿Cuáles son las indicaciones de la valeriana en perros?
La raíz de valeriana contiene numerosos principios activos que confieren a la planta actividad sedante, ansiolítica, relajante muscular y espasmolítica.
Por lo tanto, se puede utilizar en perros que sufren:
- trastornos de conducta con ansiedad y agitación, además de terapia conductual para facilitar su aplicación,
- trastornos del sueño con deambulaciones nocturnas como puede ser el caso de perros mayores que sufren síndrome de disfunción cognitiva o depresión involutiva,
- contracturas y tensión muscular,
- epilepsia o trastornos epileptiformes, además del tratamiento convencional.
¡Advertencia!
Nunca administres un medicamento vegetal a tu animal sin haber consultado previamente a un veterinario especializado y más aún si tu perro ya está bajo tratamiento médico para evitar cualquier interacción medicamentosa. La valeriana tampoco debe utilizarse en hembras gestantes o lactantes ni en animales muy jóvenes.
¿Cómo utilizar la valeriana en perros?
Los veterinarios especialistas en fitoterapia administran la valeriana principalmente en forma de cápsulas de polvo micronizado y extracto fluido estandarizado (o EPS).
También se puede utilizar la raíz de valeriana, cuyos principios activos se han extraído por decocción, pero de esta forma es mucho menos fácil de administrar al perro.