6 consejos para prevenir el riesgo de ahogamiento en perros

Los perros generalmente saben cómo moverse en el agua pero no son inmunes a ahogarse.

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Y, aunque nuestros amigos de cuatro patas generalmente saben cómo moverse en el agua, no son inmunes a ahogarse. Aquí tienes algunos consejos para prevenir el riesgo de ahogamiento en perros.

No fuerces al animal

Puede parecer lógico pero siempre es bueno recordar: no debes forzar a un perro que no quiere meterse al agua. El baño debe seguir siendo un placer y una fuente de diversión para el animal. Si este no es el caso, puede estresarse y aumentará el riesgo de ahogamiento. Si al perro le gusta nadar, se agradecerá mucho más el baño.

Ten en cuenta la salud de tu perro

Querer bañar a tu animal es muy tentador pero hay que tener en cuenta el estado físico del perro. Una gran proporción de los ahogamientos se deben al agotamiento del animal. Es importante no alejarse demasiado del borde y vigilar constantemente al animal. Un esfuerzo demasiado intenso podría causar dolor físico e impedir que el perro regrese a tierra firme. Siempre debes tener en cuenta que, aunque el viaje de ida parezca sencillo, el regreso puede ser más complicado.

Evita ciertos puntos de agua

A algunos perros les encanta el agua y la ven como un gran parque de juegos, para que esto sea así y para que nadar no suponga ningún peligro para el animal, es necesario vigilar las corrientes y el oleaje. Lo mejor es elegir un lugar tranquilo. También hay que tener cuidado con las mareas. El perro puede entrar en pánico rápidamente, agotarse y tener dificultades para salir del agua. En este caso, el riesgo de ahogamiento es muy alto.

Los propietarios de piscinas también deben ser extremadamente cuidadosos. Si el perro se cae y no puede apoyarse en los bordes para salir, el ahogamiento está garantizado. El perro nunca debe dejarse sin vigilancia cuando merodea por la piscina y, en ausencia de sus amos, debe permanecer inaccesible.

Proporcionar equipo especial

En algunas zonas, por ejemplo, cerca de lagos de montaña o cuando el mar está muy agitado, lo ideal es llevar a tu perro con correa. Hay chalecos salvavidas para perros. Lejos de ser ridículos o inútiles, pueden salvar la vida del animal, especialmente en caso de calambre, agotamiento o cualquier otro evento que le impida salir del agua. Las piscinas, por otro lado, deben ser seguras. Una lona protectora no es suficiente porque puede ceder bajo el peso del animal.

Actuación en caso de ahogamiento

Si a pesar de todo, el perro se ahoga, debes adoptar rápidamente las acciones adecuadas para preservar su salud. Obviamente, lo primero que hay que hacer es traerlo de vuelta a tierra firme para que escupa el agua que tiene en los pulmones. Para ello, hay que agarrarlo por las patas traseras y sujetarlo boca abajo. Durante este tiempo, una segunda persona tendrá la tarea de abrir la boca del perro y aplicar presión sobre su pecho.

Si el animal es demasiado grande o demasiado pesado, hay que colocarlo sobre el hombro de alguien para que lo sujete boca abajo con la lengua fuera. El objetivo es realmente sacar el agua de los pulmones pero evitar que se atragante.

Existe una técnica, similar al boca a boca en humanos, para reanimar al perro en caso de emergencia. Sin embargo, debe haber aprendido los gestos correctos y, en caso de pánico, pueden ser difíciles de realizar.

En cualquier caso, debe llamar a un veterinario que pueda cuidar al animal. Mientras tanto, es recomendable calentar al perro con toallas secas para evitar la hipotermia. Debe controlar constantemente su respiración porque, después de ahogarse, el riesgo de dificultad respiratoria es importante.

¿Y después de nadar?

Después de un rato agradable en el agua, debes seguir protegiendo a tu perro. Se recomienda un enjuague con agua dulce. De hecho, la piscina está tratada con cloro y el agua de mar contiene sal. Ambos son irritantes para la piel de los animales.

En un perro, ahogarse puede tener graves consecuencias. Esto puede, por ejemplo, provocar dificultad respiratoria, deshidratación o edema. Lo mejor es hacer todo lo posible para evitar que esta situación suceda. El monitoreo constante es esencial. Si a pesar de todo esto sucede, el perro debe ser visto rápidamente por un veterinario.

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